Conocer momentos críticos previos (si han tenido lugar), y qué se hizo en ellos, así como qué ocurrió para que se resolvieran.
La depresión, ansiedad, e incluso alucinaciones o pseudoalucinaciones, suelen aparecer con frecuencia e intensidad en las crisis, y son síntomas psiquiátricos muy frecuentes en personas superdotadas que no padecen ningún trastorno psiquiátrico. Entender si estamos ante una auténtica depresión, esquizofrenia… o no, es fundamental para poder ofrecer una ayuda diferencial y eficaz.
La medicación psicofarmacológica es habitualmente necesaria durante las crisis que padecen las personas superdotadas para evitar la cronificación, un mayor daño psicológico y restaurar el autocontrol.
Elegir entre diferentes estabilizadores del ánimo, antidepresivos, tranquilizantes, es algo que deberá ser llevado a cabo por un psiquiatra, a quien solicitaremos colaboración.
Una vez la intensidad de la crisis disminuya, la medicación podrá ser retirada.
Incluirá un análisis con la persona que acaba de salir de la crisis sobre esta en concreto y si las ha habido, las crisis previas. Además, se le dotará de estrategias de prevención y manejo de las crisis, enseñándole diferentes técnicas ajustadas a sus crisis en particular.
Se le pondrá en contacto, a través de lecturas u otros recursos, con programas de nutrición, sueño, ejercicio físico y manejo del tiempo.
Se discutirá sobre planes para eliminar el abuso de sustancias y las conductas autodestructivas.